La compañía anunció la finalización de la etapa exploratoria del pozo no convencional en la zona de Malargüe. Por los buenos resultados, el año próximo ampliarán la cantidad de pozos piloto.

La parte mendocina de Vaca Muerta explorada por YPF desde mediados de 2023 finalizó con éxito y la compañía anunció que expandirá su estrategia exploratoria en la zona. De este modo, y luego de los anuncios de desinversión en el área de convencionales, la petrolera estatal muestra resultados y una renovada apuesta al no convencional. Aunque el fuerte de las operaciones se encuentra en Neuquén, Mendoza asoma en el nuevo mapa y esperanza al sector de petróleo que viene en declino en la provincia.
Los logros impulsaron a la empresa a ir por más por lo que Fernanda Raggio, vicepresidenta de Exploración de YPF, expresó que se declaró la comercialidad de la zona y que continuarán con las tareas de indagación. Con una inversión anunciada en su momento de 17 millones de dólares, el borde norte de Vaca Muerta en el sur de Mendoza logró resultados hasta el momento extraordinarios. Sin embargo, para determinar si la explotación rendirá sus frutos como se espera dado el monto de las operaciones, se ha solicitado un nuevo permiso para indagar más.

Según expresó Raggio, en Malargüe se exploró un pozo vertical y dos horizontales con resultados alentadores para “extender los límites productivos de Vaca Muerta”. Oficialmente, YPF explicó que se perforó el pozo vertical Aguada Negra de 2.576 metros con rama horizontal de 1.074 metros, mientras que en Paso Bardas Norte se llevó adelante un pozo horizontal de 1.059 metros. En total, se realizaron 25 etapas de fractura que pasaron a su etapa de ensayos el 18 de febrero de 2024.
Las tareas de laboratorio buscan evaluar de manera precisa los niveles de reservorio más allá de que los datos de productividad de petróleo son prometedores. En este marco, la empresa declaró que se solicitó un segundo permiso exploratorio para la lengua norte de Vaca Muerta que está en Mendoza, algo que se concretará a partir de 2025. En este marco, el año próximo se realizará un piloto vertical y dos ramas horizontales de 2.500 metros a mayor profundidad.

“Este proyecto piloto no convencional es el primero que desarrolla YPF en la provincia y tiene como objetivo impulsar la continuidad de la exploración de Vaca Muerta”, expresó la compañía a través de un comunicado. Agregó que la inversión permitió obtener datos geológicos relevantes para interpretar y caracterizar las condiciones que presenta la formación sobre el borde mendocino.
Por las características del sector, de continuar positivas las tareas de exploración el petróleo del lado mendocino de Vaca Muerta tardará en comenzar a mover la aguja de la producción local. Sin embargo, también por el tipo de pozo, cuando esto suceda (si se avanza), el impacto podría ser mucho mayor que en las producciones convencionales que son mayoría en Mendoza. Por otra parte, con la desinversión de YPF y el arribo todavía no confirmado de compañías independientes a muchas de las áreas maduras que deja la estatal, se espera lograr un combo que apalanque al sector.
Además, podrías ser una mezcla interesante desde el punto de vista de la refinación debido a que las “consistencias” de los distintos tipos de crudo podrían combinarse para favorecer los trabajos en la refinería de Luján de Cuyo sin muchas modificaciones. En líneas generales, el petróleo convencional es más pesado que el no convencional y, debido a la que buena parte de la tecnología instalada es previa a Vaca Muerta, la combinación sería una buena salida.
Fuente: Mdzol