Aranceles: analizan impactos que tendrán en los productos mendocinos

Aranceles: analizan impactos que tendrán en los productos mendocinos

Con cierta cautela, expertos locales analizaron qué podría pasar luego de la decisión del Presidente de Estados Unidos en su política de comercio exterior. El caso especial del vino.

El mundo sigue reaccionando a la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de modificar los aranceles recíprocos con un impuesto mínimo del 10% a todos los productos que se importan en su país y porcentajes más altos a las principales economías del mundo. Mientras bonos y acciones argentinas operan a la baja en Wall Street y sube el riesgo país, desde Mendoza, referentes en comercio exterior se hicieron eco de la novedad y con cierta cautela opinaron sobre cómo impactará en la producción local.

A nivel país, Argentina está en el grupo que verá encarecidas sus exportaciones con un gravamen del 10% (la mayoría de los productos nacionales estaban por debajo de ese porcentaje o directamente no pagaban). En el caso de aquellos que tienen un importante peso en la producción mendocina, los alimentos verán un aumento promedio de 5,4 puntos porcentuales en lo que pagaban, mientras que otros como el aceite oliva, que no tenía aranceles, ahora pagará también el 10%.

Más allá de que la idea de la gestión de Trump es que estas medidas se apliquen entre esta semana y la siguiente, la falta de la reglamentación y el desconocimiento sobre la letra chica de la medida moderó las opiniones mendocinas. Mario Bustos Carra, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, aseguró: “Hay que tener muchísimo cuidado y ser prudentes. Falta la reglamentación y un montón de cosas. A pesar de que hoy el mundo es un tembladeral en lo económico, hay que esperar cómo se avanzan en las medidas y ver cómo evoluciona todo. Quizás puede ser favorable para algunos productos mendocinos”.

Sobre esto último, Bustos Carra, que también es gerente general de la Asociación Olivícola de Mendoza, planteó que más allá de que todos los productos locales verán encarecida la cuota que pagan actualmente, la suba superior para otros competidores puede llegar a presentarse como una ventaja. “A lo mejor el cambio no es tan malo como se piensa, porque a otros mercados que compiten con nosotros, como la Unión Europea, les va a aumentar los aranceles mucho más que el 10%. Eso nos da una visión diferente”, opinó.

“Hay que ser prudentes y saber aquellos productos que pagan menos del 10% van a pagar ese porcentaje, eso es seguro. Lo demás hay que definirlo. Pero estas dificultades pueden ser oportunidades. Hay que ser mesurado y prudente, porque no hay seguridad todavía hasta que no salga la resolución definitiva y sea analizada correctamente”, completó Bustos Carra.

El caso particular del vino

Si hablamos de los aranceles que paga el vino argentino, el cálculo es bastante particular. Según datos aportados por el Observatorio Vitivinícola Argentino, el vino se encuentra gravado por una tarifa de suma fija por litro. Así, el fraccionado paga 0,063 US$/litro; el espumante 0,198 US$/litro; y el granel 0,140 US$/litro. Siendo una tarifa de suma fija por litro, impacta más en términos porcentuales sobre los vinos de precios más bajos. Tomando el precio promedio FOB de exportación del vino fraccionado que se exporta a Estados Unidos de US$ 4,2 por litro, esta tarifa representa un 1,5% del precio FOB.

Para Ramiro Barrios, director del Área de Comercio Exterior de Bodegas de Argentina (BdA), esta medida puede afectar al vino argentino y mendocino mucho más allá del aumento de los costos de exportación. Desde su perspectiva, esta política proteccionista de Trump tendrá un efecto directo en los bolsillos estadounidenses, con mayores índices de inflación, lo que podría impactar en el consumo de la bebida, ya que no es un bien de primera necesidad.

Para el experto, el primer punto a analizar es si este incremento será absorbido por las empresas o si será trasladado a los precios que pagan los consumidores. “Ya sea por pérdida de margen o por pérdida de ventas, esto impacta negativamente las bolsas. Los indicadores principales del precio de las acciones van a sufrir una caída por estas novedades, y no solo en Estados Unidos, sino también en otros países”, vaticinó Barrios.

“Al resto de los países afectados van a tener que decidir si toman algún tipo de medidas resarcitorias o si buscan ganar competitividad por medio de devoluciones, sobre todo en los países emergentes. Eso podría generar impacto y presión al peso argentino si el resto de las monedas emergentes buscan ser más competitivas por medio de devoluciones. Todo esto genera sin duda mucha volatilidad e incertidumbre”, analizó el experto.

Pero más allá de esa mirada general, para el vino en particular consideró que cualquier costo adicional en la cadena de costo desde el producto de la botella que sale de Mendoza hasta el consumidor americano siempre es negativo. Asimismo, con estas nuevas medidas, las ilusiones de una recuperación de las ventas en Estados Unidos, según Barrios, podrían verse truncadas.

A diferencia de Bustos Carra, el referente de BdA no ve una oportunidad competitiva el igualar aranceles con otros competidores o incluso quedar por debajo de otros países productores. “Chile, Australia, Argentina comparten este 10% de arancel, Europa tiene un 20%. Sería falso pensar que es una oportunidad para el país, porque si bien Argentina no sufrirá el arancel que sí sufre la Unión Europea, aún así todo esto aumenta el precio de los vinos y aumenta el costo”, analizó.

“A las bodegas argentinas, digamos, una medida como esta no cambia el escenario que ya teníamos de buscar ser más competitivos, ser muy eficientes en la cadena de costos y seguir luchando para mantener o incrementar share en Estados Unidos”, reconoció y aseguró que habrá que seguir de cerca el tema, sobre todo la posibilidad de un acuerdo de libre comercio con la gestión norteamericana (algo que podría llevar un largo tiempo) para lograr aliviar el impacto impositivo en la industria.

mdz

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