El gobierno de Mendoza no se expresó por el escándalo que involucró al presidente y volvió a hacer equilibrio en su relación con los libertarios. Aseguran que el gobernador no considera Milei como “un corrupto”.
El gobierno provincial mantuvo un prudente silencio en público durante el fin de semana en el que el escándalo del criptogate protagonizado por Javier Milei, terminó poniendo patas para arriba a la política argentina y dejando asimismo en el desfiladero a la institución presidencial.
Sin embargo, fuentes oficiales confirmaron a MDZ que si bien Alfredo Cornejo revistió como un episodio de “mucha gravedad” a la estafa cripto protagonizada por el presiente en la tarde-noche del viernes último, descartaron de plano que el mandatario mendocino vaya a respaldar el pedido de juicio político que sectores de la oposición, ligados al kirchnerismo fundamentalmente, presentaron en el Congreso contra el primer mandatario.
Cornejo regresó de su gira por Francia e Inglaterra justo en medio del vendaval político y comenzó a analizar qué expresar públicamente sobre el hecho, aunque trascendió que la primera impresión que tuvo ni bien se enteró del caso es su convencimiento de que el presidente “no es un corrupto”.
Pero con un detalle: si bien descarta el avance de un enjuiciamiento en el Congreso contra el presidente en el corto plazo que pueda llegar incluso hasta destituirlo, está persuadido de que Milei pagará más adelante el costo político por lo que hizo. La clave está en que hoy la sociedad argentina (por razones más que sabidas hasta acá) está midiendo con una vara muy baja al presidente.
mdz