Aseguró que cuando termine la función presidencial no hará uso de ese derecho. Lo comunicó a través de la cuenta de X de la oficina del presidente.
La Oficina del Presidente Javier Milei comunicó en la noche de este miércoles la decisión del Jefe de Estado de renunciar a su jubilación de privilegio. La novedad se conoce luego de que la Cámara de Diputados aprobó una nueva fórmula para la movilidad jubilatoria y con un debate aparte sobre las jubilaciones especiales para quienes condujeron al país.
“Con el propósito de rectificar lo acontecido en la Cámara de Diputados, y en consonancia con la determinación del Poder Ejecutivo de desmantelar el entramado normativo de privilegios políticos“, indicó el comunicado oficial, para agregar que Milei resolvió presentar “ante la Anses su decisión de no ejercer el derecho a la jubilación de privilegio“.
El comunicado, publicado en la noche de este miércoles, no ahorra críticas hacia la Cámara de Diputados, por haber avanzado en la forma en que se actualizan las jubilaciones. Más temprano, el propio mandatario aseguró que vetará la norma, de ser aprobada definitivamente por el Congreso porque atenta contra el equilibrio fiscal.
Milei recordó que los diputados no sólo se aumentaron un 80% el sueldo, sino que con el proyecto de la movilidad jubilatoria “reinsertan al país en la senda de la decadencia“. Tomó a la norma como un “proyecto irresponsable” que “destruiría todo el esfuerzo y los logros fiscales” de medio año de gestión.
Sobre la decisión de las jubilaciones de privilegio, señaló que la Cámara Baja optó por “perpetuar los privilegios de algunos“. En ese debate ya había mostrado su contrapunto con un defensor de las jubilaciones de privilegio, el peronista Miguel Ángel Pichetto, uno de los referentes de la oposición dialoguista.
Recalcó que el Gobierno tiene la misión de “rescatar al país de la miseria” y les enrostró una paradoja a los diputados: “Proclaman defender a los jubilados mientras sostienen jubilaciones de privilegio multimillonarias“.
También cuestionó que, a pesar de la buena voluntad, el Congreso no le ha dado la ley de Bases y que la agenda legislativa entorpece el programa económico.
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